Ya se sabía que la profundidad del banquillo local es superior a la del Estudiantes. Ésta fue otra de las claves: «Jugamos muy físicamente contra ellos y eso nos permitió que el Estudiantes contabilizase hasta 17 pérdidas del balón, además de 15 rebotes ofensivos para nosotros. Rotamos lo mejor posible y con mucha frecuencia para llegar frescos a la recta final del choque. El problema que tuvimos, sobre todo en el primer tiempo, fueron las faltas, la mayoría de ellas por llegar tarde en las marcas. Lo que sí me gustó mucho, y no soy de los que hable de nombres propios, fue una cuestión que presencié durante el partido. Teníamos solo tres faltas de equipo y Wood estaba con otras tantas; sin embargo, no dudó a la hora de parar el contragolpe rival pese a su cuarta falta. Piensa en el equipo y esos valores son los que quiero».
La cara que ofrece el equipo en casa es muy solvente, pero no tiene continuidad a domicilio. Todos eran conscientes de lo importante que era ganar este partido, ya que el próximo oponente será el Real Madrid y en la pista de éste, por tal motivo era muy «importante que nuestra casa sea un fortín. La solidez en casa es fundamental. No vale de nada pensar en los partidos que hemos ganado, porque no nos servirá de nada contra el Real Madrid el domingo que viene».
Fuente: La Verdad
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