Esta semana hemos leído cuentos y leyendas. La mayoría convertidas en estadísticas, pero que el paso de los años se empeñan en convertirlas en historias de terror. Nunca ha vencido el Real Murcia en Melilla y un año más no lo ha logrado. Se daba además la circunstancia de que el actual técnico del conjunto local, Carlos Granero no ha logrado vencer nunca al equipo pimentonero y hoy volvió a hacerse realidad lo que parece un dogma. Con ambas premisas parecía claro que el empate iba a brillar en lo alto del electrónico, y aunque no sabemos como habrá sentado a los azulinos, en Murcia no sienta del todo mal porque el partido, que se pudo ganar muy al final, estuvo mucho más tiempo rozando la derrota.
Casi nada presagiaba una buena mañana de fútbol y el invitado que acompañó a los contendientes durante los 96 minutos que duró el compromiso (47 ‘ en la primera mitad y 49’ en la segunda) se empeñó que así fuera. El viento se unió a la causa para agrandar las leyendas de las visitas de los grana hasta tierras melillenses. En el primer acto el Real Murcia jugó con viento en contra y el Melilla, más adaptado a las circunstancias, lo aprovechó. Encimó más, estuvo más presente en el campo rival, sacó más córners … en definitiva que el 1-0 al descanso hacia justicia a lo que habíamos visto sobre el terreno de juego. El tanto, obra de Cubillas, llegó en una jugada aparentemente sin peligro. El primer remate del Melilla lo repelió el poste y la fortuna quiso que el rechace llegara al atacante azul para hacer que Fernando tuviera que recoger el balón desde el fondo de las mallas. No hubo más disparos entre los tres palos de los hombres de Granero en esa primera mitad. Pero es que a los murcianistas les estaba costando mucho elaborar y llegar. El míster apostó por Rafa de Vicente en el medio y tiró a Chavero a un costado. Teníamos la posesión, pero en zonas donde no se generaba peligro. el primer disparo con peligro del líder llegó a la media hora. Azkorra se giró bien y chutó sin pedir permiso. Un disparo potente evitando que el viento frenara la trayectoria, y el balón se marchó por poco.
Tras la reanudación y con Óscar Sánchez ejerciendo de ‘míster’ el Real Murcia se volcó y pasó la mayor parte de los minutos en campo rival, sin embargo su juego estaba hoy nos costaba el doble. Aún así los grana sintieron el miedo del equipo rival, muy mermado en la tabla y decidieron hacer un partido largo. Tenía su complejidad porque perder un balón era provocar un contragolpe rival que siempre podía entrañar peligro. Chupe lo intentó por dos veces y en las dos ocasiones nuestro portero-capitán estuvo atento y acertado para atajar el peligro.
Los cambios llegaron más pronto que de costumbre. Y el primero tenía un mensaje claro: QUEREMOS GANAR ESTE PARTIDO. Satrustegui dejó su lugar a Sergio García y esto movió varias piezas del puzle murcianista. Armando hizo pareja con Ruso en el eje de la zaga, Rafa dio un paso atrás, Chavero dejó el costado para meterse al medio y el vasco ocupó su natural banda izquierda. Era el Murcia mejor en esta segunda parte y aún así debía guardarse bien atrás, porque los melillenses tenían miedo, pero mantenían la fe. Los minutos fueron pasando y esto, que normalmente pone nervioso al que va por detrás, desquició al los locales que miraban el crono más de la cuenta. Lo veían tan cerca. Enseguida desde el banquillo grana se dio entrada a Isi y el de Cieza, muy pegado a la cal, comenzó a correr y sortear rivales intentando que en algún momento su centro fuera al lugar preciso, y así fue. Ya estaba Arturo también sobre el terreno de juego.
Isi se marchó por banda derecha y se marchó de su par, de otro rival que le salió al paso y de un tercero que quiso impedir su misión. Isi llevaba en la cabeza la jugada y sabía donde estaban sus compañeros. Metió el balón al corazón del área para que Arturo la dejase pasar y así despistar a los rivales. El balón le llegó a Chavero en la frontal, que aprovechando el viento a favor, podía haberle pegado potente, pero el 8 grana quiso asegurar y colocó el balón donde no pudo hacer nada Barrio, quien además estaba muy tapado por una maraña de piernas de todos los colores. Era el minuto 79 y el Real Murcia de las remontadas había llegado a Melilla, porque en apenas tres minutos de nuevo Chavero tuvo una ocasión, en este caso para ganar el partido. El balón, su disparo, la potencia y el aire estaban por fin compenetrados para poner en aprietos al Melilla y su precioso disparo fue despejado por el guardameta, que salvó a los suyos.
El equipo de Granero seguía mirando el reloj, le valía el punto, y no entendía por qué a los de grana no. El balón murió en posesión del Real Murcia, en una pelota parada que botó Armando y llegó a las inmediaciones de Isi, que levantó la cabeza, vio a Barrio y disparó a bocajarro para montar los 3 puntos en el avión y salir de Melilla a toda prisa, pero el portero local adivinó las intenciones del jugador murcianista y tapó lo suficiente para que el disparo del murciano no encontrara su destino. Fue la última ocasión, la última jugada, el último suspiro.
UD Melilla: Barrio; Pepe, Hamin, Richi, Mahanam, Fernando, Chupe, Ali, Cubillas (Nacho Aznar, 65′) David (Sufian, 80′) y Cascón (Braim, 87′).
Real Murcia: Fernando; José Ruiz, Hostench, Ruso, Armando, Satrustegui (Sergio García, 56′), Azkorra, Chavero, Carlos Álvarez, Germán (Isi, 63′) y Rafa de Vicente (Arturo, 75′).
Goles: 1-0. Cubillas 16′. 1-1. Chavero 79′.
Colegiado: Sr. Raúl Chavet García amonestó a los locales David, Cubillas, Pepe y Cascón. Y a los visitantes Ruso y José Ruiz. Además expulsó en el minuto 37 de partido al entrenador José Manuel Aira y amonestó verbalmente a Óscar Sánchez.Acta del partido
Incidencias: Partido disputado en el estadio Álvarez Claro de Melilla ante un millar de espectadores. Mañana despejada y fuerte viento que dificultó el juego de ambos contendientes.
Fuente: Real Murcia
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