domingo, 21 de febrero de 2016

Sufrido triunfo grana, 0-1

Existe un lugar en el mundo donde todo lo que pasa sucede al revés de como debería suceder, de cómo dice la lógica que debe suceder. En ese lugar del mundo tiene su dirección el Real Murcia. Allí también está su nuevo estadio y alrededor habitan sus fieles aficionados. Los que hoy se desplazaron hasta Linarejos, los que saltaron a abrazar a sus ‘héroes granas’ y los que con las pulsaciones por encima de lo convenientemente saludable aguardaban en Murcia y seguían en partido a través de la cuenta oficial de twitter de la entidad. Cómo si esa cuenta no fuera manejada por otro corazón pimentonero, que a punto estuvo de eclosionar cuando el colegiado expulsó a Fernando con roja directa y contó con los dedos de su mano diestra los cambios que hasta ese momento llevaban los murcianistas.

Hacía instantes había entrado Sergio García al terreno de juego, y con el vasco eran tres los cambios hechos. No había más solución que poner a un jugador bajo los palos. En el mundo al revés, a veces pasan esas cosas, pero en el mundo al revés sólo viven privilegiados. Gentes con dones inmensos, clubes con escudos flamantes e historias irrepetibles. La de esta tarde ocupará páginas de esa enorme historia.

A esas alturas el equipo iba ganando un partido, que había madurado hasta la extenuación, porque el equipo local peleó, puso contra las cuerdas al líder y tuvo las mejores opciones para llevarse el partido. Sobre todo una de Corpas en la primera mitad del encuentro. Sin embargo la gente que vive en el mundo al revés sabe que estas cosas también pasan. Por eso el equipo de Aira, que hoy estaba en la grada, buscó a un central – Armando – para marcar de cabeza más allá del 80′ y acabó con el pichichi del equipo luciendo guantes y camiseta fluorescente, y posiblemente rezándole a la Virgen de Covadonga. Al término del encuentro, Carlos Álvarez manifestó que “no he pasado más miedo en un campo de fútbol en mi vida”. Él no sabe aún lo que pasamos nosotros, en la grada y en el sofá de casa.

El equipo ya sabía que Linarejos no iba a ser un bocado fácil de digerir. Desde Linares además nos lo habían dejado claro durante toda la semana. El equipo de Torres saldría a por el líder, porque jugaba en casa ante los suyos, porque lo necesita en la tabla clasificatoria y porque futbolísticamente tiene argumentos para hacerlo, tal y como lo demostró. Pero es que además el equipo conoció a la llegada a la provincia de Jaén que el segundo clasificado había vencido y se había colocado a dos puntos de distancia. ¡Más madera a la presión! Todo esto hizo que el grupo no acabara por sentirse cómodo durante los primeros 45 minutos fundamentalmente.

Aira introdujo cambios. Regresó al once inicial Tomás Ruso y también Arturo. Satrustegui fue el sacrificado en defensa y Chavero hubo de quedarse en Murcia por acumulación de cartulinas. Con mucho control de balón y de territorio, pero sin mordiente por parte murcianista transcurrieron los minutos en Linarejos, donde el equipo local cada vez se sentía más cómodo y con la sensación de que podía llevarse el gato al agua. Difícil recordad una acción de peligro de los grana en este acto y aunque el equipo local tampoco tuvo excesivas, fue quien las generó.

Tras el descanso llegaron los cambios, no sólo de hombres, sino de posiciones. Carlos Álvarez que había iniciado el partido escorado a la banda izquierda volvió a su hábitat natural y la entrada de Isi al terreno de juego dio brío al juego del equipo, que tras verse sorprendido por un gol del Linares, que fue anulado por el colegiado por fuera de juego, tuvo la mejor ocasión para hacerse con el encuentro también en el nuevo videomarcador. Germán estrelló el balón en el larguero, que debe aún estar temblando.

El partido terminó por romperse, podía suceder de todo y siguieron los cambios. Regresó Fran Moreno al equipo tras un largo periodo de inactividad debido a una lesión, que se complicó más de lo esperado. El Real Murcia era más vertical en esos momentos, pero un equipo que vive en el mundo al revés debe encontrar su destino en lo más inverosímil. No sé si alguien firmó el empate cuando el crono marcó el 80′, pero si lo hubo debió durarle poco, ya que en ese minuto Sergi Guilló botó un córner que remató hasta el fondo de las mallas el central Armando. El murciano ponía por delante a los suyos en un partido tan duro, como importante. Era el primer gol del pimentonero esta temporada. Su rostro era la viva imagen de la felicidad. Y eso que el partido no se vio por televisión.

Desde que uno se pone 0-1 hasta el final los minutos pasan a ser horas eternas, y eso que el gol llegó en las postrimerías del encuentro. Pero ese gol y ese resultado era caviar para los intereses visitantes. Nada hacía presagiar que aquello pudiera derivar en algo más, sin embargo volvimos a subestimar al mundo al revés. En una jugada aislada del ataque local, Fernando se vio obligado a salir de su área y cometió falta. Y la tarjeta fue del color inesperado. Con los tres cambios hechos, hubo de ‘calzarse’ los guantes el ‘Guaje’. El resto de la historia ya la conocéis….

Linares: Lopito; Bauti (Juanfran), Higinio, Álvaro Vega, Rosales, Lara, Corpas, Rodri (Fran Carles), Salinas, Gámiz (Fran Fernández) y Rafa Payán.
Real Murcia: Fernando; José Ruiz, Hostench, Tomás Ruso, Armando, Sergi Guilló, Rafa, Arturo (Isi, 53′), Germán (Sergio García, 82′), Azkorra (Fran Moreno, 68′) y Carlos Álvarez.
Gol: 0-1. Armando 80′.
Colegiado: Sr. Borja Villa Maestre.  Amonestó a los locales Gámiz, Rafa Payá, Rodri, Salinas, Lara y Fran Fernández. A los visitantes Hostench, Sergi Guilló, Isi, Rafa, José Ruiz y Ruso y expulsó con tarjeta roja a Fernando. Acta del partido.
Incidencias: Partido disputado en el estadio Linarejos ante 3.000 espectadores. Cerca de 150 aficionados murcianistas.


Fuente: Real Murcia

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