sábado, 7 de mayo de 2016

El Real Murcia se despide del liderato, 3-4

El Murcia está roto. El equipo grana pasó de ser el máximo candidato al ascenso a un alma en pena al que la Liga se le está haciendo muy larga. Tanto que ya regaló al UCAM el liderato del grupo a falta de una jornada para el final y este sábado no cayó al tercer puesto porque el Sevilla Atlético se descalabró en casa. Si no, los daños colaterales de una nueva jornada en la que el Murcia defraudó a sus aficionados podían haber sido aún mayores.

Para encontrar las causas de los males del Murcia hay que buscar dentro de las cabezas de los jugadores y analizar los movimientos tácticos de su entrenador. La defensa grana ya no es fiable, los delanteros no han marcado en los momentos decisivos de los partidos y hay jugadores que salen cada semana en el once titular que no están a la altura de un equipo que necesita ascender para seguir con vida. Todo esto ha provocado una crisis de fe y de confianza en un vestuario que se ha resquebrajado en el peor momento.

El Murcia sumó solo un punto de los últimos dieciocho disputados en casa y perdió toda su ventaja. Unos números diferentes a los que debe tener un aspirante al ascenso. Solo ha conseguido un empate en los seis últimos partidos como local y ahora necesita resetear de forma urgente ya que la próxima vez que pise la Nueva Condomina será para jugar la primera eliminatoria del ‘playoff’ y ya no se podrá permitir el lujo de volver a pifiarla ante sus seguidores.

La garra, para el final
Aún así, los murcianistas que este sábado tiraron de fe y acudieron al estadio grana sabiendo que se daban todas las circunstancias para que el UCAM empatara o ganara en Cádiz y agarrara aún más su liderato, asistieron a unos últimos minutos de partido en los que el equipo grana, cuando se vio totalmente perdido, sacó el orgullo y dio señales de vida. Fue lo único que se pudieron echar a la boca en una tarde gris. Es la única sensación a la que se pueden agarrar los aficionados del Murcia, que han castigado a su equipo no acudiendo al estadio en las últimas jornadas, pero que deben empujarlo en un ‘playoff’ que ya no será a una sola eliminatoria y en el que el Murcia tendrá que competir hasta el 26 de junio para volver a Segunda.

Los primeros minutos no se parecieron nada al resto del encuentro. Sobre el césped de la Nueva Condomina compareció un Murcia aguerrido y con energía. Tanto, que al primer minuto de juego un pase magistral de Germán dejó solo a un Javi López que disparó a bocajarro al portero visitante. El remate se fue fuera pero la grada se enchufó de inmediato. El Murcia no quería especular, quería espantar de un plumazo todos los fantasmas y adelantarse en el marcador. Así hasta que a los quince minutos otra gran asistencia de Germán con pase a Javi López acabó en penalti dudoso de Dimitrievski sobre Arturo. A Chavero no le tembló el pulso y anotó el 1-0.

Pero a partir de aquí José Miguel Campos se comió tácticamente a Aira. Con un centro del campo con cuatro medios, le dejó la libertad total a sus laterales para subir y destrozar a la defensa grana. Y Brian lo hizo con José Ruiz y, sobre todo, Nico lo hizo con Pumar. Nico inventó el gol del empate que sirvió para que el Granada B empatara el choque y dos minutos más tarde para que el propio Nico, en una jugada en la que entró hasta la cocina, hiciera el 1-2. La defensa murciana quedó retratada, igual que su entrenador, y el Murcia desapareció del mapa. La autoestima grana, que había aumentado en los primeros minutos del partido, estaba otra vez por los suelos.

Desde el empate, el equipo de Aira se quedó bloqueado y la grada se arrancó con reproches contra el equipo y contra el banquillo. El Murcia solo despertó con una internada final de José Ruiz que Germán no pudo completar.

Cambio de sistema
Aira, tras los últimos batacazos, decidió cambiar de dibujo y situar sobre el césped un 4-3-3 con Armando, Arturo y Chavero en el centro del campo. En la primera parte había capuzado ante el planteamiento táctico del Granada y nada más arrancar la segunda comenzó a mover fichas. Además de Sergio García, que entró por Javi López antes del descanso, el entrenador leonés quitó a Tomás Ruso, metió a Armando de central y puso a Isi por la derecha. La grada valoró el esfuerzo de su equipo y las ganas de empatar el encuentro. Pero el filial andaluz, al contragolpe, siguió haciéndole un roto al equipo grana. Además, un fallo garrafal de Armando, que no supo medir una dejada a Fernando, acabó en un penalti que materializó Sergi Guardiola, otro murciano en las filas visitantes. Faltaban treinta minutos para el final del partido pero el Murcia se resistía a sacar la bandera blanca.

Borrachera de ocasiones
Aira también quitó a Armando en un último intento de rascar un buen resultado y colocó una defensa de tres centrales. El técnico grana consiguió reducir distancias con un gol de Germán y hacer creer a la grada en el milagro. El partido era una ruleta rusa, aunque el equipo de Campos siempre estuvo más cerca del gol, a pesar de las ganas de Isi, Carlos Álvarez y Arturo, los más activos en la parte de arriba de un Real Murcia que tenía mucha intención pero que no tenía claridad a la hora de llegar a la portería visitante.

El entrenador mazarronero también quería más y colocó a Nico, el jugador más desequilibrante del partido, como extremó y sacó a Wilson Cuero de refresco en la parte de arriba. Su movimiento táctico se transformó, primero en dos ocasiones muy claras de los visitantes, y después en el 2-4 de el exjugador del Cádiz, que batió de disparo cruzado a Fernando en una de las muchas llegadas andaluzas. Después, el partido siguió siendo un toma y daca y Germán volvió a marcar de cabeza para un Murcia que acabó abatido tras firmar una recta final en casa que le ha costado el liderato, que deja cargado de dudas el horizonte murcianista y que ha hecho caer en picado las ilusiones de sus fieles.

El equipo de Aira ya se ha hecho a la idea de que para cumplir su objetivo tiene que superar tres eliminatorias y que para conservar la segunda plaza tiene aún que competir en Algeciras en la última jornada de Liga y mirar de reojo a un Sevilla Atlético que visitará al Jumilla.

Real Murcia: Fernando, José Ruiz, Tomás Ruso (Isi, min. 49), Sobregrau, Pumar, Armando (Rafa de Vicente, min. 58), Chavero, Arturo, Javi López (Sergio García, min. 44), Germán Sáenz y Carlos Álvarez.
Granada B: Dimitrievski, Nico, Brian, Morante, Carmona, Tomás, Navarrete, Sergio (Corozo, min. 72), Sergio Guardiola (Wilson, min. 71), Clifford (Nabil, min. 63) y Boateng.
Goles: 1-0, min. 16, Chavero, de penalti. 1-1, min. 26, Boateng. 1-2, min. 28, Nico. 1-3, min. 57, Sergi Guardiola, de penalti. 2-3, min. 62, Germán Sáenz. 2-4, min.84, Wilson Cuero. 3-4, min. 86, Germán.
Árbitro Muñoz Mayordomo (Comité Castellano-Manchego). Asistido por Enrique Rodríguez Sánchez y Guillermo Ciruelos. Mostró tarjeta a marilla a Ruso, Armando, Germán Sáenz, Fernando y José Ruiz por parte del Real Murcia, y a Dimitrievski, Brian, Morante, Navarrete y Corozo del Granada B. Acta del partido.
Incidencias Jornada 37 en el Grupo IV de Segunda B disputado en el estadio Nueva Condomina. Tarde fría y gris. 4.236 espectadores.


Fuente: La Verdad

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