domingo, 30 de octubre de 2016

Un punto para seguir creciendo y creyendo, 0-0

Todos los ojos puestos en 90 minutos de fútbol. Hoy Nueva Condomina era el epicentro de un espectáculo que ha merecido la pena. Cierto es que no hubo goles, pero la intensidad, la entrega, el corazón, la pasión y el juego estuvo en el estadio murcianista, entre dos clubes que se tienen tantas ganas como sus 'calientes' aficiones. Más de 3.500 aficionados llegaron desde la Ciudad Portuaria y aunque alguno tuvo dudas, la murciamanía también respondió. Espectacular ambiente el que se vivió en el coliseo murcianista con más de 11.000 personas y es que el de hoy, aunque sí, no fue un partido más de Segunda B. 

Salió el conjunto de Monteagudo más enchufado al partido. Quizá salir por el túnel de vestuarios y mirar la tribuna lateral superior les inyectó la adrenalina que les faltaba, pero el Murcia no se amilanó. Contuvo atrás y espero a que el balón cayera en sus dominios y cuando resultó así, fue maravilloso ver a todos nuestros futbolistas al compás, a una, midiendo cada pase, avanzando, trenzando, jugando y buscando el marco de Limones, bien defendido por la zaga albinegra. Isi tuvo una muy clara, ese balón iba a portería, seguro, pero Zabaco se interpuso para remediar el descosido. La grada grito mano, pero el colegiado no vio nada punible y dejó correr el juego. 

Hasta cuatro saques de esquina sacó el equipo dirigido hoy desde la distancia por Paco García y en el banquillo por Elías Martí. Y hacíamos daño con esos saques de esquina, excepto el primero que se quedó cortó, pero que nos llevó a sacar otro. Isi ponía los de tribuna prefrente con fondo sur; Titi los de tribuna lateral con fondo sur y en uno de Titi llegó una magnífica ocasión. Saque de esquina bien botado por el asturiano, que peinó Golobart en el primer palo y no halló más rematador. Ahí se quedó el balón, sólo, triste, mirando a un lado y a otro, viendo como nadie se animaba a empujarlo hacia las mallas defendidas por el guardameta cartagenerista. ¡Qué pena! En otro de esos córner llegó el zapatazo de Armando, que crece y crece, partido a partido. Salió el balón rebotado hasta donde él estaba y le pegó con el alma, pegado al palo y allí, abajo atrapó el cancerbero rival. 

En los últimos compases de la primera mitad tuvo el Cartagena su ocasión. Una posesión larga llevó a Chus Hevia a la cocina del área chica y aunque no logró darle con claridad fue una ocasión pintiparada para los de Monteagudo, pero Diego Rivas detuvo ese balón. 

Tras el descanso y con los mismos 22 protagonistas sobre el terreno de juego, de nuevo el Cartagena salió más enchufado, mucho más metido en el partido, con más posesión, con más dominio, queriendo aprovechar el pinchazo ayer del líder para tener la ocasión de ponerse primeros el miércoles en el Cartagonova. Pero el Real Murcia ha aprendido a sufrir, a cerrar, a estar juntos, a no desesperarse y a esperar, sobre todo esperar. Quien sabe esperar tiene su oportunidad y así fue. De nuevo el Murcia se hizo con el juego, el dominio y el balón. De nuevo avanzó metros, con Isi por el medio, con Germán desde que entró buscando su velocidad y paredes, con un Roberto que corría y buscaba el centro. 

La mejor ocasión del Cartagena llegó cuando mejor estaba el Real Murcia en la segunda mitad. A la espalda de una zaga muy adelantada pilló el rival al equipo y el balón le llegó a uno de los mejores de los albinegros. Sergio García corrió, condujo y encaró a un Diego Rivas que estuvo sublime evitando lo que en la Superior de la tribuna lateral se cantaba como el 0-1. Cuando el aliento regresó al cuerpo de las 11.000 almas que había en el estadio, los protagonistas del encuentro, seguían corriendo, bregando, luchando y jugango, sobre todo jugando. 

Diego Benito, cual brújula, buscaba el camino, intentaba mostrarles el camino a sus compañeros desde la medular, pero era difícl. La presión del FC Cartagena fue imponente por momentos y el partido ya se estaba consumiendo. Eran esos instantes de decidir si buscar una más o guardar lo que tenías almacenado... y aunque pareció que el Cartagena vio con buenos ojos el punto, se encontró con jugadas a balón parado para que el partido hubiera caído a su favor. Una falta en el 89 de Morante en la frontal que Rivero ejecutó y que de nuevo sacó Rivas y luego una falta de Golobart desde el lateral del área grande, sin consecuencias. 

El partido se acabó ahí. Los jugadores lo había dejado todo sobre el verde de Nueva Condomina. Los grana suman un punto para seguir creciendo, los cartageneristas para seguir en lo más alto y la afición se quedó con ganas de seguir disfrutando de un gran derbi. 

Real Murcia: Diego Rivas; José Ruiz, Paris, Morante, Golobart, Armando, Titi (Germán, 71'), Saura (Roberto, 64'), Wilson Cuero (Borjas, 81'), Diego Benito e Isi.
FC Cartagena: Limones; Ramírez, Álvaro, Zabaco, Moisés, Jiménez (Gonzalo Verdú, 52'), Cristo, Rivero, Hevia (Arturo, 62'), Juanlu (Óscar Rico, 73') Sergio García.
Colegiado: Sr. Raúl Chavet García. Amonestó a los locales Paris Adot, Fran Morante y Román Golobart y a los visitantes Chus Hevia, Kike Rivero y Moisés. Acta del partido.
Incidenicas: Partido correspondiente a la décimo primero jornada de Liga en el Grupo IV de Segunda División B, disputado ante 11.114 espectadores. Casi 3.800 llegados desde Cartagena.


Fuente: Real Murcia

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