sábado, 16 de enero de 2016

Un soberbio Fernando le da el triunfo al Real Murcia, 0-2

No era un partido fácil el que afrontaba el Real Murcia esta tarde en el Romero Cuerda. No lo era por muchos motivos. No lo era porque íbamos a tierra hostil, no lo era porque el Villanovense está en auge, no lo era porque los de Cobos tenían caras nuevas por estrenar, no lo era porque tenía Aira bajas sensibles, no lo era porque para el Real Murcia nunca, nada, ha sido fácil. Pero este equipo está tocado por una varita. Rafa de Vicente diría que es porque “somos un equipo feliz” y Aira algo parecido a que el único motivo es el trabajo y la solidaridad. No sabemos que tiene la varita, no sabemos que tipo de purpurina espolvorea sobre los nuestros, pero lo que sea se le parece al oro molido, como los tres puntos logrados ante cincuenta granas irreductibles que jalearon al equipo sabiendo que eran los enviados de los miles que se estaban en Murcia.

El preparador murcianista introdujo cambios y variantes en el once inicial de hoy. Volvió Eneko Satrustegui al centro de la zaga y esto devolvió a Armando al medio. Sentó a Sergio García y apostó por Javi López en banda, por la otra actuaría Chavero y dispuso a Germán como hombre más adelantado. Azkorra hoy tenía un socio en la parte de arriba. La otra ‘novedad’ fue la permanencia de Jordi Hostench en el lateral zurdo, pero el catalán hizo los deberes el pasado fin de semana y el míster ha considerado que era él quien debía seguir defendiéndolo esta tarde.

El Villanovense inició el partido como imaginábamos. Apretando y empujado por su afición. Venido arriba tras la goleada que endosó el pasado fin de semana a La Hoya y con ganas de plantar cara al líder. Y lo hizo durante los noventa minutos. Es un honor enfrentarse a un equipo con orgullo. Y el equipo de Julio Cobos lo es. Nunca se rindió. No lo hizo cuando en el minuto 14 José Ruiz mandaba un zapatazo al fondo de las mallas defendidas por Fuentes. No lo hizo tras ver como Fernando le sacaba una y otra vez sus ocasiones. No lo hizo cuando el capitán se convirtió en un arcángel enorme para detener una pena máxima. No lo hizo cuando instantes después Germán hizo el segundo y no lo hizo hasta que el colegiado puso punto y final a la contienda. Bravo el equipo extremeño que hizo sufrir de lo lindo al líder. Por todo esto el líder salió más líder del campo extremeño.

Los de Aira fueron sobrios en la parte de atrás y contundentes arriba. Sufrieron, pero hace tiempo que aprobaron el máster de sufrimiento. Uno se matricula en él al llegar al Club y seis meses después te has doctorado. Y brillaron porque la purpurina que viste al líder no permite oscuridad.

El Real Murcia observa la historia de amor entre su equipo y su afición y los resguarda bajo su paraguas protector, mientras ajenos aguardan el pinchazo porque “ningún equipo puede aguantar tantas cosas”, “porque les toca por estadística”, “porque no hacen demasiado”, sin entender que estamos en el año 2016 después de Jesucristo. Toda la ‘Galia’ está ocupada por los ‘romanos’… ¿Toda?

¡No! Una aldea poblada por irreductibles ‘murcianistas’ resiste todavía y siempre al invasor…

Villanovense: Fuentes; Trinidad, Tapia, Espín, Owona, Pajuelo (Ruiz 66′), Carlos Andújar, Curro, Juanjo (Juanfran 86′), Elías y Víctor.
Real Murcia: Fernando; José Ruiz, Ruso, Satrustegui, Hostench, Armando, Azkorra (Arturo, 81′), Chavero, Rafa de Vicente (Sergi Guilló, 61′), Germán (Sergio García, 76′) y Javi López.
Goles: 0-1 José Ruiz 14′. 0-2 Germán 73′.
Colegiado: Jesús Benjumea Álvarez, quien amonestó a los locales Pérez, Owona y Pajuelo y al visitante Satrustegui. Acta del partido.


Fuente: Real Murcia

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